La cultura gastronómica rodante llega al corazón financiero de Madrid por primera vez en su historia. Desde hace unas semanas, las personas que trabajan o pasan por núcleo de empresas más importante de la capital, ubicado en el céntrico barrio de Cuzco, se habrán encontrado con la foodtruck de Santa Rosalía.
Una moderna caravana de los años 70 que permite comer a pie de calle, en las oficinas, o en unas modernas mesas, las hamburguesas de wagyu que Santa Rosalía produce en Vizmalo (Burgos). Una carne única que destaca por su jugosidad y cualidades cardiosalusables y que ahora ya forma parte de una experiencia gastronómica diferente.
Se trata de la primera foodtruck que se instala en la capital madrileña fuera de ferias comerciales o eventos, lo que supone un salto en la política de expansión de una marca famosa por la crianza y comercialización de la carne wagyu; una de las más preciadas del planeta, famosa por la elaboración de las ya famosas hamburguesas de wagyu.
Una carne que ya pueden degustar quienes trabajan en las oficinas aledañas a Cuzco o quienes simplemente necesiten una buena dosis de buena carne. Así lo entiende Igor Garmendia, responsable de la pionera foodtruck, que “busca emular el modelo europeo de comida en la calle que ya se encuentra presente desde hace décadas en capitales como Londres o Berlín y en países como Estados Unidos”.
Una cultura gastronómica que ahora llega a la capital española con el ánimo de ofrecer a quienes pasen por el Paseo de la Castellana 141 un conjunto de productos cien por cien naturales. “Destacan nuestras hamburguesas que poseen una jugosidad, una terneza y un sabor difícil de igualar”, asevera Garmendia.
Experiencia gastronómica
Precisamente, la foodtruck Santa Rosalía ofrece una experiencia gastronómica diferente. En su carta destaca una amplia variedad de hamburguesas de wagyu entre las que se puede elegir entre la Clásica, Santa Rosalía, Red Hot y Silver, además de otros productos como el sandwich de rosa beef o un bocadillo de cecina de wagyu.
En los últimos meses, la food truck de Santa Rosalía ha participado en 80 ferias y eventos como festivales de música, ferias y otras actividades culinarias y gastronómicas. El objetivo de la firma es ampliar su presencia en España llevando este ‘restaurante portátil’ hasta otras ciudades como Barcelona o Sevilla.
“Queremos afianzar la cultura de la comida de calidad en la calle como sucede en otros países. Buscamos que la gente se acostumbre a coger su comida y llevársela a las oficinas o a sus casas como se hace en muchos rincones del mundo”, apunta Garmendia.
Santa Rosalía
La Finca Santa Rosalía se encuentra ubicada en el municipio de Vizmalo, en la provincia de Burgos. Es el corazón y el alma de una empresa dedicada a la crianza de la raza wagyu, además de a la producción de perdiz roja y vino ecológico comercializado bajo el sello Garmendia. Un espacio tranquilo y con encanto donde, desde hace años, se cría a los bueyes de la raza wagyu.
La carne de la raza wagyu, de origen japonés, es una de las más selectas del mundo. Enamorado de estos animales, hace ya más de 15 años, Patxi Garmendia se emprendió en la tarea de importar sementales puros y embriones llegando a conseguir, tras mucho esfuerzo, una genética propia basada en una selección de animales de las líneas wagyu más puras, los wagyus de “Santa Rosalia”.
Con más de cien metros cuadrados de extensión para cada animal, instalaciones provistas de hilo musical, camas biodegradables, que posteriormente se utilizan como abono orgánico en la propia finca, y una alimentación que se elabora a base de forrajes verdes, copos de cereales y vino ecológico de la propia bodega como fuente natural de antioxidantes, entre otros muchos ingredientes, los wagyu de Santa Rosalía se definen en el mercado como “únicos”.
La carne de wagyu de la finca Santa Rosalía se diferencia claramente de la de cualquier otra raza bovina, siendo absolutamente superior en cuanto a su calidad, destacando aspectos que definen una carne extremadamente tierna y jugosa, cuya grasa es rigurosamente sana para el consumo humano, pues contiene un elevado porcentaje de ácidos grasos insaturados y poli-insaturados, como los ácidos oleico, linoleico o linoleico conjugado (omega 3, 6 y 9), los cuales ayudan a prevenir, entre otras, enfermedades cardiovasculares.