La morcilla es uno de los estandartes gastronómicos de la provincia de Burgos. Su inconfundible sabor le hacen estar presente en la mesa de quienes aspiran a llevarse a la boca un producto cien por cien burgalés y uno de los más demandados por quienes visitan la provincia. Consciente de ello y de las cualidades culinarias que ofrece, Santa Rosalía cuenta entre sus productos con una morcilla de sello burgalés elaborada a partir de su producto estrella: la sabrosa y exquisita carne de buey de wagyu.
Los amantes de la gastronomía burgalesa saben que cada pueblo o comarca tiene su truco a la hora de elaborar y hacer un producto de diferente sabor. En Santa Rosalía marcamos esa diferencia, utilizando la sangre y la grasa de nuestros wagyus y añadiendo a la misma arroz, cebolla y especias. La tradición, que también seguimos, marca el modo de elaborar el caldo mondongo que da forma después a la famosa morcilla Burgos. Así obtenemos un plato muy equilibrado, con un sabor diferente y una textura especial.
¿Se imaginan sorprender a sus comensales con una morcilla de Burgos que quizás nunca antes han probado? Elijan esta exquisitez de wagyu y no les defraudarán, ya que une lo tradicional e innovador a la vez de su un sabor único e in-inconfundible.
Las morcilla de Santa Rosalía se presenta envasada al vacío, con un peso aproximado de unos 250 gramos. Una forma muy deliciosa de cocinarla es hacerla rodajas y después dorar las mismas por por ambas caras en una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Es la forma más deliciosa de disfrutar de este manjar de Burgos y de las cualidades del wagyu.
UN EMBLEMA CULINARIO
La morcilla de Burgos es un embutido a base de sangre de cerdo y arroz típica de la gastronomía burgalesa. A los ingredientes mencionados se les añade cebolla, manteca de cerdo, sal, pimienta, pimentón, orégano, y otras especias. La tradición oral dice que debe ser: “sosa, grasosa y picosa”.
Se cree que es uno de los alimentos más antiguos que se conocen. Se se tiene en cuenta a la definición de la Real Academia de la Lengua, y se ve que proviene de ‘morcón’, se sabe que se trata de una voz prerromana que recuerda “la parte de la tripa gruesa de algunos animales que se utiliza para hacer embutidos”.